Cuando hace calor, es difícil resistirse a la tentación de un helado. Los nutricionistas te dan luz verde, pero con moderación. Son apetitosos, hidratantes, nutritivos y de fácil digestión. Sus ingredientes (leche, yogur, frutas y frutos secos) aportan salud, siempre que en la receta no se abuse de los azúcares ni de las grasas saturadas (nata, leche entera...).
Cómo moderación:
•Cremas heladas: elaboradas crema o nata, leche entera y grasas animales no lácteas. Son los menos sanos.
•Postres helados: tartas y pasteles, hechos con muchas grasas vegetales, a veces hidrogenadas, y azúcares.
Lo mejor:
•Helados de hielo: polos, sorbetes y granizados que son mayoritariamente agua (85-90%), por consiguiente, hipocalóricos.
•Helados especiales: preparados con edulcorantes no calóricos o sucedáneos, ideal para dietas de adelgazamiento o diabéticos